Las normas de urbanidad sirven para regular el comportamiento de las personas y así, garantizar una mejor convivencia en la sociedad. Por eso, es muy importante que las tengas muy en cuenta a la hora de actuar y relacionarte con otros ya que aplicándolas construyes vínculos duraderos y respetuosos.
- Saluda y despídete al entrar y salir de un lugar, especialmente, si se trata de tu oficina o de un sitio en el que conozcas a varias personas.
- Evita gritar o hablar demasiado alto en lugares públicos como bibliotecas, restaurantes o iglesias.
- No estornudes ni tosas encima de otras personas. Para estos casos, la mejor opción es utilizar un pañuelo de tela o papel.
- Mientras estás en la mesa procura no hablar con la boca llena ni hacer ruidos al masticar los alimentos. Tampoco apoyes los codos en el comedor.
- Respeta el carácter, las opiniones y las costumbres de otras personas y no hagas referencia a ellas de modo despectivo.
- Escucha atentamente a otros cuando te hablan y no los interrumpas.
- Piensa antes de hablar evitando hacer comentarios que puedan molestar a otras personas. Esto implica ser prudente y no divulgar los secretos que te cuentan ni hacer demasiadas preguntas sobre temas personales.
- Procura que el vocabulario que uses al dirigirte a otros sea siempre respetuoso. Evita emplear malas palabras, sobre todo, cuando te sientas irritada.
- Sonríe en cada oportunidad que tengas. Una sonrisa tiene una influencia positiva en ti y en los demás. También, contribuye a que tengas una mejor relación con ellos.
- Evita hacer comparaciones de cualquier tipo ya que puedes herir los sentimientos de otros y afectar su autoestima.
Recuerda que la clave para tener una mejor convivencia en tu vida diaria es tratar a los demás como quieres que te traten.
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